viernes, 14 de enero de 2011

Plasticidad cerebral: El mundo al revés


Nadie habrá dejado de observar que el mundo, dentro de nuestros ojos, está al revés. En efecto, la imagen de los objetos se invierte al atravesar nuestras pupilas, de tal modo que se proyecta contra la retina del mismo modo que, si ponemos una lupa cerca de la pared, se proyecta sobre ella la imagen invertida de la ventana que ilumina la habitación. Hubo un tal Stratton, hace cien años, al que se le ocurrió ponerle a un sujeto unos lentes que invirtieran las imágenes, de modo que se proyectaran en la retina la revés del revés. El sujeto pasó varios días con esos lentes colocados. Los primeros dos días veía un mundo irreal, con las cosas colocadas patas para arriba, pero al tercer día despertó en un nuevo mundo, en el que el paisaje estaba bien pero su propio cuerpo estaba invertido. Pasados cuatro o cinco días más, también su cuerpo se adaptó, se enderezó.

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